Una palabra, una frase, una imagen.
Algo nuevo irrumpe en nuestro mundo, nos despierta de un sacudón y nos levanta de prepo de nuestra mullida comodidad.
Nos sacude fuerte, nos golpea y finalmente nos rompe, nos hace trizas.
Lo conocido desaparece, se esfuma, nos deja solos.
Y aparece el vacio.
El odioso, incomodo, ensordecedor vacio. con tanta luz que nos deja ciegos, nos marea, nos perturba.
Y hasta da miedo.
Este vacio no es mas que un enorme agujero en el que estamos completamente solos y en el que no hay gravedad. Como en el espacio.
Y justamente es ese vacio el que nos da espacio.
Espacio para construir lo nuevo en medio de los escombros de lo viejo.
Buscamos esa ruptura?
O nos sorprende?
Creo que la buscamos. Conciente o inconcientemente.
Y es que la necesitamos!
Porque ese vacio incomodo e inestable, que nos obliga a buscar para encontrar tierra firme nuevamente, es adrenalina.
Nos pincha, nos acelera, nos perturba.
Y nos hace sentir vivos.
sábado, 12 de diciembre de 2009
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