sábado, 12 de diciembre de 2009

Entre

Sabemos que el adjetivo intimo proviene del relacionante “entre” y que, por tanto, habla de cierta relación con el espacio. “Estar entre” implica una situación en un entorno espacial.


Sabemos que lo íntimo es la forma superlativa de lo interior. Se dice que el hombre habita en la intimidad del hogar, aquel espacio que ha establecido unas fronteras prácticamente infranqueables respecto al entorno. “Estar entre” implica pues una posición fuerte, segura y densa respecto al mundo. Esta forma de la intimidad es la intimidad como cierre del espacio, como retención, como contenedor, como lugar de las posiciones.


Sabemos, por otro lado, que lo íntimo es un entre del espacio. Entonces, si enfatizamos no ya la sustantivación de lo íntimo, su corporeidad sino su carácter de nexo, de relación, descubrimos otra intimidad, que parte de la consideración de lo íntimo como una forma de relación del hombre consigo mismo y con el mundo. Es lo que no veremos nunca mirándonos al espejo. Un espacio interior que no es espacio, sino la relación entre espacios, toma la forma de la grieta, de la hendidura. Es la fractura interior que abre un vacío, un agujero del que surgimos. No es, en consecuencia, nuestra identidad, que tomaría la forma de objeto, de posesión, sino una abertura en el fondo de nuestro interior. Un no espacio que no se puede, por lo tanto, cartografiar. ¿Puede ser la abertura una forma de vivir la interioridad del mundo que nos permita establecer relaciones íntimas con lo que nos rodea? Si poner fronteras al entorno con el fin de ocultarnos nos lleva a un interior aun más denso, tal vez abrir grietas, hacer vacío nos puede permitir, sin huir del interior, empresa imposible, vivir en esta casa como seres invisibles. Cabe decir que este íntimo como vacío no es en absoluto confortable, porque no puede ser nunca una base, un soporte o una cueva protectora. Habitar la grieta exige más bien ir llevando la vida huyendo de la identidad sólida.

GLORIA MELICH. REVISTA QUADERNS 226. JULIO DE 2000

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